Porque todo es igual y tú lo sabes,
has llegado a tu casa y has cerrado la puerta
has llegado a tu casa y has cerrado la puerta
con aquel mismo gesto con que se tira un día,
con que se quita la hoja atrasada al calendario
cuando todo es igual y tú lo sabes.
Has llegado a tu casa, y, al entrar,
has sentido la extrañeza de tus pasos
que estaban ya sonando en el pasillo
con que se quita la hoja atrasada al calendario
cuando todo es igual y tú lo sabes.
Has llegado a tu casa, y, al entrar,
has sentido la extrañeza de tus pasos
que estaban ya sonando en el pasillo
antes de que llegaras,
y encendiste la luz, para volver a comprobar
que todas las cosas están exactamente colocadas,
y encendiste la luz, para volver a comprobar
que todas las cosas están exactamente colocadas,
como estarán dentro de un año,
y después, te has bañado,
respetuosa y tristemente,
lo mismo que un suicida,
y has mirado tus libros
y has mirado tus libros
como miran los árboles sus hojas,
y te has sentido solo,
humanamente solo,
definitivamente solo
y te has sentido solo,
humanamente solo,
definitivamente solo
porque todo es igual y tú lo sabes.
Luis Rosales