30 de noviembre de 2010

Le coin perdu

27 de noviembre de 2010

En la niebla


¡Extraño vagar entre la niebla!
Solitario está cada arbusto y piedra,
ningún árbol mira al otro,
cada uno está solo.
LLeno de amigos estaba para mi el mundo
cuando mi vida era clara todavía;
ahora que la niebla cae,
nadie más está visible.
Verdaderamente, nadie es sabio,
si la tiniebla no conoce,
lo inevitable y silencioso
de todo lo aparta.
¡Extraño vagar entre la niebla!
Vivir es estar solo.
Ningún hombre conoce al otro,
cada uno está solo.
Hermann Hesse

Im Nebel
Seltsam, im Nebel zu wandern!
Einsam ist jeder Busch und Stein,
Kein Baum sieht den anderen,
Jeder ist allein.
Voll von Freunden war mir die Welt,
Als noch mein Leben licht war,
Nun, da der Nebel faellt,
Ist Keiner mehr sichtbar.
Wahrlich, keiner ist weise,
Der nicht das Dunkel kennt,
Das unentrinnbar und leise
Von allen ihn trennt.
Seltsam, im Nebel zu wardern!
Leben ist einsam sein.
Kein Mensch kennt den anderen,
Jeder ist allein.

25 de noviembre de 2010

Hoy andaba debajo de mí mismo
sin saber lo que hacía.

Hoy andaba debajo de la pena
con risa inexplicable.

Hoy andaba debajo de la risa
con todo el llanto a cuestas.

Hoy andaba debajo de las aguas
sin que fuese milagro comparable.

Hoy andaba debajo de la muerte
y no reconocía sus cimientos.

Andaba a la deriva por debajo del cuerpo
confundiendo los dedos con los ojos.

Hoy andaba debajo de mí mismo
sin poder contenerme.

José Ángel Valente

22 de noviembre de 2010

El momento eterno

¡Tanto hermoso momento
muerto por la costumbre!
¡Tanto instante terrible
que luego en la memoria
se hunde!
Sé que somos la suma
de instantes sucesivos
que el tiempo no destruye.
Y miro a que yo  he sido
un instante olvidado
de algún día de octubre.
Me duele su tristeza:
quisiera liberarle
de aquella pesadumbre;
pero, somos la suma
de instantes sucesivos
que el tiempo no destruye.
Aquel que ahora recuerdo
seguirá siempre en sombras
aun cuando el sol me alumbre.
oh, no poder borrarlo,
no poder alegrarlo,
darle cielos azules.
Mientras esté yo vivo
él llenará su instante
ciñendo rosas fúnebres.
Sé que somos la suma
de instantes sucesivos.
Ceñimos rosas fúnebres.
(Miro: estoy en mi estala
ciñendo rosas fúnebres.
      José Hierro
    Alegría (1947)

21 de noviembre de 2010

Un mar

 
 
 
Un mar, un mar es lo que necesito
Un mar y no otra cosa, no otra cosa.
Lo demás es pequeño, insuficiente, pobre.
Un mar, un mar es lo que  necesito.
No una montaña, un río, un cielo
no, Nada, nada,
únicamente un mar.
Tampoco quiero flores, manos,
ni un corazón que me consuele.
No quiero un corazón
a cambio de otro corazón.
No quiero que me hablen de amor
a cambio de amor.
Yo sólo quiero un mar,
yo sólo necesito un mar.
Un agua que no escape,
un agua misericordiosa
en que lavar mi corazón
y dejarlo a su orilla
para que sea empujado por sus olas,
lamido por su lengua de sal
que cicatriza heridas.
Un mar, un mar del que ser cómplice.
Un mar al que contarle todo.
Un mar, creedme, necesito un mar,
un mar donde llorar a mares
y que nadie lo note.
Francisca Aguirre

11 de noviembre de 2010

Después de un tiempo, siempre viene otro tiempo..

 "El conocimiento de la verdad no alivia la tristeza  que sentimos al perder a un ser querido. Ni la verdad, ni la sinceridad, ni la fuerza, ni el cariño son capaces de curar la tristeza. Lo único que puede hacerse es atravesar ese dolor esperando aprender algo de él, aunque todo lo que uno haya aprendido no le sirva para nada la próxima vez que la tristeza lo visite de improviso"   "Tokio Blues"  Haruki Murakami

"A la vez respiramos la luz y la ceniza. Principio y fin habitan en el mismo relámpago" E.S.R.

RESPUESTA
Quisiera que tú me entendieras a mi sin palabras.
Sin palabras hablarte, lo mismo que se habla mi gente.
Que tú me entendieras a mí sin palabras
como entiendo yo al mar o a la brisa enredada en un álamo verde.
Me preguntas, amigo, y no sé qué respuesta he de darte,
hace ya mucho tiempo aprendí hondas razones que tú no comprendes.
Revelarlas quisiera, poniendo en mis ojos el sol invisible,
la pasión con que dora la tierra sus frutos calientes.
Me preguntas, amigo, y no sé qué respuesta he de darte.
Siento arder una loca alegría en la luz que me envuelve.
Yo quisiera que tú la sintieras también, inundándote el alma,
yo quisiera que a ti, en lo más hondo, también te quemase y te hiriese.
Criatura también de alegría quisiera que fueras,
criatura que llega por fin a vencer la tristeza y la muerte.
Si yo ahora te dijera que había que andar por ciudades perdidas
y llorar en sus calles oscuras sintiéndose débil,
y cantar bajo un árbol de estío tus sueños oscuros,
y sentirte hecho de aire y de nube y de hierba muy verde...
Si ahora yo te dijera
que es tu vida esa roca en que rompe la ola,
la flor misma que vibra y se llena de azul bajo el claro nordeste,
aquel hombre que va por el campo nocturno llevando una antorcha,
aquel niño que azota la mar con su mano inocente...
Si yo te dijera estas cosas amigo,
¿qué fuego pondría en mi boca,
qué hierro candente, qué olores, colores, sabores, contactos, sonidos?
Y¿ cómo saber si me entiendes?
¿Cómo entrar en tu alma rompiendo sus hielos?
¿Cómo hacerte sentir para siempre vencida la muerte?
¿Cómo ahondar en tu invierno, llevar a tu noche la luna, poner en tu oscura tristeza la lumbre celeste?
Sin palabras, amigo; tenía que ser sin palabras, como tú me entendieses.
José Hierro




.... et faig costat

2 de noviembre de 2010

Palabras para Laura

Tú no puedes volver atrás
porque la vida ya te empuja
como un aullido interminable.
Hija mía es mejor vivir
con la alegría de los hombres
que llorar ante el muro ciego.
Te sentirás acorralada
te sentirás perdida o sola
tal vez querrás no haber nacido.
Yo sé muy bien que te dirán
que la vida no tiene objeto
que es un asunto desgraciado.
Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.
La vida es bella, ya verás
como a pesar de los pesares
tendrás amigos, tendrás amor.
Un hombre solo, una mujer
así tomados, de uno en uno
son como polvo, no son nada.
Pero yo cuando te hablo a ti
cuando te escribo estas palabras
pienso también en otra gente.
Tu destino está en los demás
tu futuro es tu propia vida
tu dignidad es la de todos.
Otros esperan que resistas
que les ayude tu alegría
tu canción entre sus canciones.
Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti
como ahora pienso.
Nunca te entregues ni te apartes
junto al camino, nunca digas
no puedo más y aquí me quedo.
La vida es bella, tú verás
como a pesar de los pesares
tendrás amor, tendrás amigos.
Por lo demás no hay elección
y este mundo tal como es
será todo tu patrimonio.
Perdóname no sé decirte
nada más pero tú comprende
que yo aún estoy en el camino.
Y siempre siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.
"Palabras para Julia"
José Agustín Goytisolo

LLUIS LLACH - LAURA


¡Hasta pronto!


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